La Fundación GEP presentó una oposición contra una solicitud de patente de la farmacéutica multinacional Gilead, que no corresponde ser otorgada en Argentina. Esta vez es sobre lenacapavir, un promisorio antirretroviral de liberación prolongada (y de administración semestral) que todavía está en etapa de investigación pero que ya muestra muy buenos resultados para controlar el VIH, tanto en personas sin experiencia en tratamientos como en aquellas con VIH multirresistente y amplia experiencia en el uso de fármacos.

Se trata de una droga inyectable de liberación prolongada que presenta actividad en distintas etapas del ciclo de replicación del virus y actúa sobre lo que se conoce como cápside viral, que es la envoltura proteica que protege al virus y le permite multiplicarse dentro del organismo. Para impedirlo, esta droga inhibe los procesos de ensamblaje y desensamblaje. Es decir, evita que nuevas partículas virales que se hayan podido elaborar alcancen el grado de madurez necesario para poder infectar a otras células, así como el transporte del material genético del VIH al núcleo celular.

Así, el lenacapavir podría ser el primer antirretroviral de la familia de los inhibidores de la cápside en entrar en el mercado. Los últimos estudios conocidos, lo convierten en un candidato efectivo para ser combinado con otros antirretrovirales de acción prolongada, ya sea en terapias completas de administración no diaria o como fármaco para profilaxis de preexposición (PrEP). Por eso, incluso, Gilead y MSD ya han anunciado el desarrollo de una formulación que combina lenacapavir con islatravir, que de ser exitosa podría ser fuertemente promocionada por ambas compañías.

Para garantizar la posibilidad de que Argentina pueda acceder a estos medicamentos -cuando sean aprobados para su uso en tratamientos-, Fundación GEP ha evaluado las solicitudes de patentes que Gilead ha presentado en el país sobre lenacapavir, que si se otorgan impedirán la producción local de este producto o la importación de presentaciones genéricas asequibles. 

Luego de analizarlas, la Fundación presentó la primera oposición ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) a la solicitud AR109364A1, expediente INPI P20170102299, con el título “Compuestos Antivirales”.

“En este caso, no corresponde que la patente sea otorgada porque carece de novedad y de actividad inventiva, de acuerdo al arte previo, y su aplicación para tratar infecciones virales, en particular infecciones por VIH, forma parte del estado de la técnica y además no es materia patentable en nuestro país”, advirtió Lorena Di Giano, Directora Ejecutiva de GEP.

“En la solicitud de referencia la multinacional farmacéutica persiste en el pedido de  7 reivindicaciones sobre este fármaco, de las más de 1400 presentadas en la solicitud inicial sin embargo las 7 tampoco cumplen con los criterios de patentabilidad vigentes en Argentina” agregó Di Giano. La tecnología que se pretende patentar además no se encuentra  debidamente descripta en la solicitud, tal como lo exige el artículo 20 de la Ley 24.281, de patentes de invención y modelos de utilidad. “Cada vez hay más solicitudes que no cumplen con este requisito legal, que es fundamental para poder fabricar genéricos o equivalentes cuando la patente, si ha sido otorgada, concluya su período de exclusividad”, explica Di Giano, que es abogada especializada en derechos de propiedad intelectual.

Además, la materia reivindicada en esta solicitud se refiere al uso terapéutico de los compuestos. Sin embargo, tal como se detalla en los fundamentos que fueron aportados a la Oficina de Patentes del INPI, esto equivale a un método de tratamiento que está expresamente excluido como materia patentable y no se considera una invención, tal como figura en el artículo 6 de la Ley 24.481.

Por otro lado, en septiembre de 2020, la Fundación GEP presentó una oposición a una solicitud de patentes que la empresa farmacéutica MSD pretendía obtener sobre islatravir.  Solicitud que meses atrás acaba de ser desistida por la empresa al no poder defender la solicitud frente a los fundamentos y pruebas aportados por GEP y sobre los fundamentos notificados por el INPI oportunamente.

Con este tipo de acciones, Fundación GEP trabaja para promover el acceso igualitario a los tratamientos y servicios de salud, bajo la premisa de que los medicamentos son bienes públicos y deberían ser tratados como tales, no como mercancías que se prestan a la especulación financiera de las grandes farmacéuticas multinacionales.