El presupuesto de la Dirección de Sida, hepatitis, tuberculosis e ETS será de un 50% menos para el 2019. Es la tercera vez que renuncia su Director durante la gestión de Mauricio Macri.


Organizaciones que trabajan con VIH de todo el país, en el abrazo al Ministerio de Salud. Foto: Jose Luis Schazenbach

Durante este año el presupuesto en dólares de la DNSyETS fue de 120 millones de dólares. Si se aprueba el recorte propuesto por el gobierno nacional, el presupuesto del año que viene será de 60 millones de dólares.

En el medio de las medidas anunciadas por Mauricio Macri, y como pasa todos los años, el Congreso debe aprobar el presupuesto de todas las carteras del país para el año que viene. Pero antes de la conferencia de prensa del lunes se filtró un documento oficial que proyectaba que la inflación de este año llegaría al 42% y el PBI caería un 2,6%.

Este año, la Dirección tuvo un presupuesto de 2289 millones de pesos, y para el próximo año solo quieren llevarlo a 2400 millones de pesos.

Menos presupuesto que este año, con un dólar dos veces más caro y una inflación del 42%. El presupuesto de la DNSyETS pasará de 120 millones a 60 millones de dólares. Teniendo en cuenta que la mayoría de los medicamentos se compran a transnacionales y se pagan en dólares, esto significará que al menos el 30% de las personas con VIH no podrán acceder a sus tratamientos.

Fundación GEP junto a la diputada Fernanda Raverta y el ex Ministro de Salud Daniel Gollán. Foto: Jose Luis Schazenbach

“El achicamiento del Ministerio de Salud no sólo tendrá consecuencias nefastas para todas las personas que acceden a la salud en Argentina, sino que también tendrá consecuencias a nivel regional. La epidemia de VIH-SIDA es una lucha mundial. Si se desarticula el financiamiento en Argentina, todo el mundo sufrirá las consecuencias”, dijo Lorena Di Giano, directora ejecutiva de Fundación GEP.

Las políticas de salud y VIH quedarán desfinanciadas. Hoy en día hay alrededor de 50 mil adultxs y niñxs que dependen del servicio público de salud para conseguir los medicamentos.

Sergio Maulen fue el Director Nacional de la Dirección Nacional de SIDA y ETS hasta esta semana. En su renuncia argumentó no poder sostener las políticas de salud que contempla la Dirección con el recorte.

“Desde el 2016 aumentaron las compras a compañías trasnacionales. Es una decisión política que más del 50% de los medicamentos adquiridos sean extranjeros, en vez de a productores nacionales. Además, durante 2016 y 2017 se cayeron las licitaciones públicas, la Dirección quedó con stocks limitados de tratamientos y tuvo que recurrir a compras directas que incrementaron el precio que pagamos. Sergio Maulen es el tercer Director de Sida de la Nación que renuncia durante la gestión de Cambiemos y los motivos de las renuncias son siempre por las reducciones de presupuesto y la falta de concreción de las compras de medicamentos. A fines del 2016 y principios del 2018 se produjeron faltantes de tratamientos, algo que no ocurría desde el 2001”, dijo José María Di Bello, Secretario de Fundación GEP

¿Qué se tiene en cuenta en el armado del presupuesto de la Dirección Nacional de SIDA? La compra de medicamentos de provisión gratuita en el sistema público de salud para personas con VIH, Hepatitis C e Infecciones de Transmisión Sexual que, muchas veces, están dolarizados.

Además, se tendría que tener en cuenta el financiamiento de estudios y análisis en hospitales, campañas de prevención, materiales e insumos para cumplir con la ley de Nacional de Sida y de Salud Sexual Integral en todo el país. Pero según nuestro Observatorio de acceso a medicamentos para VIH y Hepatitis, el presupuesto nacional sólo consigue cumplir con la demanda de medicamentos.

En 2016, la Dirección Nacional de Sida había gastado el 96% del presupuesto sólo en la compra de medicamentos. En 2017, de 1716,33 millones de pesos se gastaron sólo 81,6 en medicamentos.

La salud de todxs está en juego. ¡No al cierre del Ministerio de Salud de la Nación! Foto: Jose Luis Schazenbach

Compras públicas

En el Estudio del Observatorio Acceso a Medicamentos para VIH y Hepatitis C en la Argentina que realizamos entre 2015 y 2017, hicimos el monitoreo de una canasta de 34 antirretrovirales para tratar el VIH (4 de ellos pediátricos) y 5 antivirales de acción directa para tratar la hepatitis C.

La información que sistematizamos en el Observatorio se puede dividir en dos etapas. Tomaremos por un lado el año 2015 y por otro lado las compras del año 2016 y 2017. Agrupamos estos dos años porque durante 2017 sólo se adquirieron 4 medicamentos, brindando datos insuficientes para el desarrollo de una sistematización anual.

Cuando analizamos si las compras se hicieron a las compañías farmacéuticas nacionales, multinacionales o mixtas, podemos ver:

Y cuando analizamos precios, algunos medicamentos aumentaron entre el 100 y el 268%, como es el caso de Lamivudina 150 mg.

Para comprar medicamentos, la Dirección Nacional de SIDA y ETS tiene que llevar adelante una licitación pública. En las licitaciones se favorece el concurso de precios entre diferentes proveedores interesados, es posible analizar los precios ofertados y, en consecuencia,  ahorrar dinero. Pero cuando el Estado decide hacer una compra directa argumentando urgencia, no hay planificación. La compra se realiza en relación a la necesidad de abastecimiento de cada medicamento y responde a las necesidades de stock y faltantes. Y si la compra con urgencia además se realiza con exclusividad, no existen distintos oferentes que garanticen competencia de precios. Se compran medicamentos a una sola compañía farmacéutica a precio monopólico.

Por todo esto, junto con todas las organizaciones que integramos el Frente Nacional por la salud de las personas con VIH nos sumamos al abrazo al Ministerio de Salud de la Nación defendiendo las políticas públicas de salud bajo la consigna ¡Nuestros derechos no se negocian!